Londres, 26 feb (PL) La primera ministra Theresa May estaría dispuesta a ceder a las presiones de su gabinete, y descartar que el Reino Unido salga de la Unión Europea (UE) sin un acuerdo, aseguró hoy la prensa local.
Según el Daily Mail, 23 miembros del gobierno conservador se reunieron anoche en secreto en la Cámara de los Comunes para discutir la forma de impedir que el país abandone el bloque el 29 de marzo próximo sin haber logrado un pacto previo, y 15 de ellos estarían listos para presentar su renuncia.
El diario también incluye un artículo firmado por los titulares de Industria, Digital y Energía, Richard Harrington, Margot James y Claire Perry, respectivamente, en el que «imploran» a May que se comprometa a prorrogar el Brexit, como se le conoce a la salida del Reino Unido de la UE, en caso de que no se logre un acuerdo.
Al menos otros tres miembros del gobierno, entre ellos el secretario del Interior, Amber Rudd, el secretario de Negocios, Greg Clark, y el de Justicia, David Gauke, ya anunciaron que apoyarán la propuesta bipartidista en caso de que May no logre un acuerdo convincente con la parte europea.
La decisión de la jefa de gobierno respecto a las amenazas de sus ministros podría conocerse este mismo martes, cuando tiene previsto informar al Parlamento sobre los resultados de las últimas negociaciones con la contraparte europea.
La aparente rebelión conservadora contra la jefa de gobierno ocurre horas después de que el opositor Partido Laborista anunció su disposición a apoyar un segundo referendo sobre el Brexit en caso de que no lograrse un divorcio amigable con la UE.
Los laboristas encabezados por Jeremy Corbyn además impulsan un Brexit alternativo, consistente en crear una unión aduanera, garantizar el acceso del Reino Unido a los mercados europeos y la protección de los derechos obtenidos a través de la alianza europea en materia de empleo, medio ambiente y derechos del consumidor.
El pacto actual plantea el establecimiento de un periodo de transición hasta el 31 de diciembre de 2020, y la permanencia del Reino Unido en un territorio aduanero único con la UE hasta que las partes firmen un tratado comercial definitivo.
Londres y Bruselas también acordaron evitar el establecimiento de una frontera física entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, por lo que la provincia británica deberá mantenerse dentro del Mercado Único europeo y la Unión Aduanera
Para los partidarios del Brexit, sin embargo, esa cláusula representa una amenaza a la integridad constitucional del Reino Unido, el cual no podrá renunciar unilateralmente a ella, sino que tendrá que esperar a que una comisión conjunta decida su levantamiento.
Por otro lado, un Brexit sin acuerdo, advierten los analistas, provocaría escasez de medicinas y alimentos en el Reino Unido, además de desempleo, inflación, el desplome de la libra esterlina, una reducción del 10 por ciento del Producto Interno Bruto y retrasos monumentales en puertos y aeropuertos, debido a la reimposición de medidas aduanales y migratorias.